La telomerasa está formada por dos componentes:
-Componente ribonucleotídico: se trata de la porción de ARN de la telomerasa (también llamado TR o TER, de telomerase RNA) totalmente integrado en el enzima. Según las especies, éste puede ser de entre 146 a 1.544 nucleótidos de longitud.
- Componente proteico: es la parte del enzima que contiene la capacidad transcriptasa inversa (TRT o TERT de telomerase reverse transcriptase); invierte el curso normal (ADN hacia ARN) y va del ARN al ADN, trascribiendo el ARN a ADN. Dicha transcripción inversa en los telómeros es la actividad telomerasa propiamente dicha.
La telomerasa tiene muchas aplicaciones en la investigación del cáncer, envejecimiento o, del clonaje de mamíferos.
El hecho mismo de que las células normales del organismo carezcan de telomerasa y que los
telómeros se pierdan es una de las posibles explicaciones de que seamos mortales.
Uno de los descubrimientos más sorprendentes en relación a los telómeros fue publicado por Calvin Harley y Carol Greider en 1990, quienes vieron que las repeticiones teloméricas TTAGGG se perdían con la edad en todos los tejidos del organismo, con la excepción de la línea germinal. Harley y Greider propusieron que esta pérdida de telómeros limitaría la vida de las células del organismo, pues eventualmente desencadenaría una catástrofe cromosómica. Esta idea tiene profundas implicaciones en el entendimiento del envejecimiento como una consecuencia de la pérdida de telómeros con la edad. Pacientes de varios síndromes de envejecimiento prematuro, tales como el síndrome de Werner, la progeria de Hutchinson-Gillford, la Ataxia telangiectasia o la Disqueratosis congénita muestran una pérdida acelerada de telómeros.
El hecho mismo de que las células normales del organismo carezcan de telomerasa y que los
telómeros se pierdan es una de las posibles explicaciones de que seamos mortales.